Iglesia Santo Domingo

Construida durante el Siglo XVII, esta Iglesia se erige sobre la antigua ermita de San Benito Abad que formaba parte del conjunto conventual de los dominicos. El patronazgo de la familia Mesa resultó fundamental para poder materializar su fundación. En 1620 ya se encontraba bien avanzada y estaba constituida por una planta de cruz latina con una sola nave y un crucero formado por cuatro capillas y rematada por un presbiterio. A lo largo del Siglo XVII y a principios del Siglo XVIII se le fue añadiendo dos naves y otras seis capillas. La edificación de la torre fue concluida en 1794. Su importancia se ve reforzada por constituir el único ejemplo de torre perteneciente a un templo conventual, además de ser una de las perspectivas más emblemáticas de la Villa que se puede admirar desde el Puente de la Calle de la Carrera del Escultor Estévez aparte de las torres de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción. Muchas de las obras de arte de esta iglesia, después de la aplicación de las leyes desamortizadoras, fueron donadas a otras iglesias de la isla. Las imágenes que destacan de la iglesia de Santo Domingo son: Jesús Nazareno, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de Rosario. El púlpito, elaborado en madera tallada estofada y policromada, se atribuye a Antonio de Orbarán. Entre las obras pictóricas sobresale la tabla de origen flamenco que representa la Virgen de la Consolación. También destaca el Entierro de Santo Domingo del pintor canario Cristóbal Hernández de Quintana (S XVII) y el bello lienzo de Ntra. Sra. De la Candelaria de José Rodríguez de la Oliva también pintor de origen canario.