El Ayuntamiento de La Orotava moderniza el alumbrado público para reducir el consumo en más de un 40 por ciento

29/05/2011

El Ayuntamiento de La Orotava ha emprendido un novedoso proyecto de modernización del alumbrado público que supondrá un ahorro en el consumo energético que alcanzará el 46 por ciento anual.

El Ayuntamiento de La Orotava moderniza el alumbrado público para reducir el consumo en más de un 40 por cientoEsta iniciativa, que supondrá una inversión de 81.000 euros, consiste en la colocación de reductores-estabilizadores de flujo y en la reforma de los cuadros eléctricos que se hallan en mal estado. En principio, se instalarán unos treinta 'reductores en cabeza' en puntos donde ya se han cambiado las lámparas de mercurio por las de vapor de sodio que contribuyen a mitigar la contaminación lumínica, ya que se pasa de 125 vatios a 70. Con respecto a éstas es de destacar que el Consistorio villero lleva varios años apostando por esta política medioambiental y realiza progresivamente este cambio en las luminarias del municipio para cumplir con la Ley de protección del Cielo de Canarias, y ello se complementará ahora con la instalación de los citados reductores de consumo. El objetivo es que, en un futuro, todo el municipio cuente sólo con estas lámparas más ecológicas y los reductores en los cuadros para favorecer un mayor ahorro energético y eliminar la contaminación lumínica.

Las obras que se lleven a cabo, que se adjudicarán por concurso público en breve y tendrán una duración de dos meses, no sólo permitirán reducir la factura eléctrica del municipio, sino que se llevarán a cabo gracias a las subvenciones disponibles en materia de ahorro energético, por lo que su incidencia en la hacienda municipal será escasa. Los nuevos equipos serán sufragados por la Unión Europea a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), unos fondos que gestionan las comunidades autónomas.

El municipio ya cuenta con reductores en las nuevas urbanizaciones, por lo que el objetivo ahora es ir instalándolos en el resto del municipio. Así con este nuevo proyecto que ahora se pondrá en marcha entrarán en funcionamiento una treintena, que se sumarán a los quince que ya existen.

La teniente de alcalde y concejala delegada de Servicios Generales, Johana Santos, recuerda que uno de los principales objetivos de las administraciones públicas en estos tiempos de escasez de recursos, entre ellas el Ayuntamiento de La Orotava, es reducir los gastos corrientes, y añadió que, al mismo tiempo, este tipo de medidas "conllevan un efecto ejemplarizante para los ciudadanos y suponen además una valiosa contribución al cuidado del medio ambiente, porque un menor consumo eléctrico supone una reducción de la emisión de gases contaminantes". Subrayó que entre las ventajas de los nuevos equipos de reducción de consumo figura también el menor coste de mantenimiento, "entre otros aspectos porque garantiza una mayor duración de las bombillas". Al mismo tiempo, el ahorro energético conllevará el estricto cumplimiento de la denominada Ley del Cielo de Canarias, que facilita la observación astronómica por parte del Instituto de Astrofísico de Canarias.

Los nuevos equipos, que podrán gestionarse por control remoto desde una terminal informática, permitirán funciones como la reducción en un 50 por ciento del nivel de iluminación en aquellos tramos horarios en los que se registre un menor tránsito de peatones.

El proyecto se irá desarrollando por zonas y no ocasionará grandes molestias a los vecinos, ya que la mayor parte de los tramos afectados se encuentran canalizados bajo tierra y las obras que se llevarán a cabo serán de menor calado. Permitirá, asimismo, una considerable mejora medioambiental en las calles donde se ejecute, toda vez que incluirá la retirada de la totalidad del tendido eléctrico que alimenta los puntos de luz y discurre entre postes, en algunos casos incluso grapado a las fachadas de las viviendas.

Las actuaciones que se lleven a cabo tendrán un especial cuidado con las zonas históricas del municipio, con el fin de que el impacto paisajístico sea inexistente sin que las instalaciones pierdan un ápice de efectividad.