Karina Martín, esta villera es en la actualidad la única directora mujer de una banda de música

18/04/2013

La primera vez que dirigió una banda de música tenía 25 años. No sabía si estaba capacitada o no para hacerlo pero le apetecía mucho intentarlo y aceptó la propuesta del director de la academia de música de La Victoria de Acentejo, donde daba clases. Sólo estuvo 12 meses porque decidió formarse en la Península con Enrique García Asensio para saber si lo estaba haciendo bien, porque siempre consideró que “el director es la pieza más importante”.

Al volver, ya tenía un poco más de seguridad en sí misma acerca de lo que podía ofrecer a los músicos y aunque dice que todavía le queda mucho por estudiar y aprender, aceptó la propuesta de la banda de música Nueva Unión de Los Silos, que dirige desde el 1 de octubre de 2010.

La música siempre fue parte indispensable de su vida y por eso “se la jugó” desde pequeña. Su primer instrumento fue el violín pero tenía claro que debía cambiarlo si quería ingresar a la Agrupación Musical Orotava. Y aunque no era común que una niña de 11 años tocara el tambor, ella “era la persona más feliz del mundo” y afortunadamente, sus padres siempre la apoyaron.
Desde los 15 hasta los 20 años, esta villera estuvo colaborando con la OST como percusionista. Ello le sirvió para entender cómo se pide un sonido o un golpe con un gesto o una mirada. Allí vio pasar a muchos directores hasta que decidió seguir sus pasos, porque su pasión fue siempre dirigir. Le sorprendía y los admiraba por cómo eran capaces de mover a tanta gente y trasladar al público lo que la música les podía transmitir a ellos.

Karina Martín Luis tiene actualmente 32 años y además de ser profesora de Música de la escuela municipal de La Orotava es la única directora mujer en Tenerife. No niega que en alguna ocasión, sobre todo en sus comienzos, ha sufrido discriminación por su condición femenina.

Considera que para ser un buen director “hace falta tener mucha capacidad de pedagogía, sobre todo cuando no es una banda profesional porque hay personas de todas las edades, desde niños a mayores, y éstos últimos a veces no entienden que una mujer los pueda llegar a dirigir”. Subraya que también es importante “que el grupo te respete, porque tú también tienes que hacerlo, y ser amigos y compañeros, aceptar los comentarios y las propuestas sobre aquello que a sus integrantes les gustaría, pero siempre dejando caer que al final la que decide eres tú, porque cada director hace su propia versión de la obra”, matiza.

Para ella, un buen director “no sólo tiene que marcar compases sino transmitir lo que quiere con el gesto y ser muy claro”. Entre sus favoritos están el polaco Krzysztof Penderecki y Víctor Pablo Pérez, quien muchas veces “la hizo vibrar” con sus gestos.

A aquellas mujeres que quieren seguir sus pasos les aconseja que no tengan miedo y se animen, “porque hay que luchar por lo que a una le gusta, no por lo que digan los demás”, recalca.

Fuente: diariodeavisos.com (Gabriela Gulesserian)