La Iglesia de Santo Domingo recupera el sonido de sus campanas

9/01/2007

La Concejalía de Patrimonio Histórico que dirige Narciso Pérez suscribió hace unos meses un convenio de colaboración con la Comunidad de los Padres Paules de La Orotava con el objeto de llevar a cabo el proyecto de recuperación de estos característicos elementos que ha supuesto una inversión global de 18.000 euros. El Consistorio orotavense aportó 12.000 euros y el resto se sufragó con aportaciones de la propia iglesia.

Iglesia de Santo DomingoPérez Hernández explica que se procedió a recuperar las tres antiguas campanas, de diferentes tamaños, que se han visto afectadas e inutilizadas con los múltiples avatares que en el transcurso del tiempo ha sufrido este templo. Y así poderlas sumar a las dos que quedaban en la actualidad. Luego se instaló un moderno sistema que permite articular los diferentes toques de forma automática desde la sacristía. La empresa encargada de realizar los trabajos ha sido "Tañido Canario" que ya tiene experiencia en este tipo de actuaciones.

El edil apunta que de las tres grandes parroquias del casco, la iglesia de Santo Domingo es la única que carece de este sistema que facilita el uso de las campanas, sin tener que acceder al campanario para hacerlas sonar de forma manual.

La torre-campanario de Santo Domingo data de 1794 y su silueta es eje de una de las más hermosas perspectivas de La Orotava. Se eleva sobre un cuerpo prismático cuadrangular, al que sigue un segundo cuerpo ochavado abierto con arquerías en todas sus caras y cubierta con cúpula nervada, de gajos, que al coronarse, adquiere un cierto aire bulboide.

Este inmueble pertenece a un recinto conventual erigido sobre la antigua ermita de San Benito. El conjunto está formado por un claustro con galerías de madera soportadas por pies derechos de orden toscano, al que se accede por una doble arquería de piedra, y por la iglesia de planta de cruz latina dividida en tres naves con capillas laterales adosadas. Exteriormente sobresale la sobriedad de la composición, donde los elementos de relevancia son los arcos de medio
punto que sirven de acceso y el emblema de la orden dominica.
Ya en el siglo XIX, tras el proceso desamortizador, el
convento pasó a tener diferentes usos como el de ciudadela,
cuartel, escuela... En la actualidad está, por un lado, el templo de Santo Domingo y, por otro lado, la sede del Museo de Artesanía Iberoamericana.