Interesante ejemplo de la arquitectura doméstica desarrollada en Canarias durante el siglo XVIII. El edificio fue construido a iniciativa de José Domingo González Núñez y Antonia Benítez de Lugo y Lugo. En sus dos alturas presenta una simetría evidente en la distribución de los vanos de fachada que ha llegado con apenas variaciones hasta nuestros días. Los marcos de puertas y ventanas se decoran con trabajos de carpintería que dignifican el resultado estético exterior. Más allá de las características arquitectónicas, este inmueble cobra valor por haber sido la cuna de dos villeros de importancia: Jesús González, alcalde de la ciudad, y Domingo González, afamado médico, quien dio nombre a la calle lateral que une la Villa de Arriba con el entorno de San Francisco. Como elemento característico adosado a la casa se conserva el poste esquinero que evitaba el roce de los carruajes con la edificación.
