El Ayuntamiento instará al Ejecutivo regional que declare Bien de Interés Cultural el sistema del cordón trenzado, único en el mundo

28/10/2017

El Consistorio orotavense acogió la primera mesa de trabajo para analizar la actual situación del cultivo de la vid en el Valle de La Orotava y su tradicional sistema del cordón trenzado, ya que es único en el mundo y se quiere evitar que éste desaparezca. Todo lo contrario, se pretende lograr su protección y mantener el paisaje agrícola, además de ayudar a los viticultores.

Por tal motivo, se aúnan fuerzas y el Consejo Regulador del Valle de La Orotava comienza a trabajar conjuntamente con las administraciones públicas para garantizar esta protección, esencial de cara a un futuro. A la par se prevé incoar expediente y realizar los trámites oportunos para conseguir su declaración como Bien de Interés Cultural.

Desde hace siglos, el Valle de La Orotava conserva el sistema de conducción de cordón múltiple tradicional, formando parte del patrimonio paisajístico de la comarca. El cordón trenzado tradicional es único en el planeta y se trata de una trenza que se realiza con los sarmientos de la parra. La altura del suelo es de 0,60 a 0,80 metros. La longitud de las parras varía desde 3 o 4 metros en lugares estrechos hasta 15 metros si la parra es vieja y tiene suficiente vigor. El origen de este sistema de conducción de las viñas no está claro, aunque historiadores como José Manuel Hernández apuntan la posibilidad de que llegara de la mano de colonos portugueses, probablemente de Madeira, en los primeros años del siglo XVI para facilitar el cultivo de la malvasía.

El alcalde de La Orotava, Francisco Linares, apoya el interés del Consejo Regulador del Valle de La Orotava y se hace eco de su preocupación por evitar la desaparición de este sistema centenario y artesanal, “que da mucho trabajo y cuesta mantenerlo, pero que ya forma parte de nuestra cultura agrícola, nuestro paisaje y del patrimonio de la comarca, diferenciándose con el resto de sistemas del sector”, apostilló. Por tal motivo, desde la institución local, y atendiendo la petición del presidente de la citada entidad Jesús Corvo, se ha convocado esta primera comisión técnica y política para buscar fórmulas que permitan la protección y conservación de esta forma de cultivo de la viña que es seña de identidad y un atractivo más para el Valle de La Orotava. En este primer encuentro se contó también con el consejero insular, Jesús Morales, el edil de Agricultura, Alexis Pacheco, y técnicos de ambas administraciones. Linares aseguró que se irán dando los pasos oportunos, y que espera contar también con el apoyo del Gobierno de Canarias y el de España para que se proteja esta tradición agrícola e incluso se convierta en Bien de Interés Cultural, “pero siempre buscando y canalizando medidas que sean beneficiosas para los viticultores de la comarca”, ya que muchos han abandonado este sistema por otros menos costosos y más cómodos para trabajar, ya que requiere una gran labor manual en todas sus etapas, desde la poda a la vendimia y dificulta la mecanización en el proceso.

El Consejo Regulador y el propio Ayuntamiento de La Orotava cuentan con informes técnicos con múltiples datos que avalan esta propuesta de protección al cordón trenzado. En próximas fechas se prevé realizar otro encuentro para continuar trabajando en esta materia, y a lo largo del próximo 2018 se darán los pasos necesarios para incoar el expediente para su declaración como BIC.