La Plaza del Ayuntamiento presenta una nueva imagen tras un proceso de rehabilitación

3/07/2018
La Plaza del Ayuntamiento presenta una nueva imagen tras un proceso de rehabilitación

La Plaza del Ayuntamiento de La Orotava ha sido objeto de diversas obras de mejora y rehabilitación. El alcalde Francisco Linares valora el resultado de los trabajos realizados “por ser un espacio neurálgico y emblemático del conjunto histórico”. En esta línea, subrayó que “se trata de un proyecto extraordinario en el que se ha procedido con mucho mimo, rigurosidad y respeto para renovar y remozar todo el recinto, adaptándolo a los tiempos actuales y apostando a la par por la inclusión”.  Linares incidió en que se continúa trabajando en pro de cuidar la historia y patrimonio local, historia viva, y así poder seguir ofreciendo la mejor imagen del municipio que aboga a convertirse en Patrimonio Mundial. 

La rehabilitación se comenzó hace dos años—detalla el edil de Servicios Generales, Felipe David Benítez—con la renovación integral de todos los espacios verdes del recinto y que incluyó también la inclusión del sistema de riego automatizado, adecuación de la fuente e incorporación de alumbrado nocturno. Y en los últimos meses se han realizado los trabajos de mejora de toda la balaustrada y farolas de esta emblemática plaza. Las farolas, que se instalaron en la plaza en 1912 dentro del diseño de Mariano Estanga, tuvieron que retirarse, por seguridad, debido al elevado estado de deterioro que presentaban. Ahora se mantiene la estética, pero se han adaptado a la tecnología del siglo XXI pues son tipo led, de ahorro energético, y alumbran a la totalidad de la plaza, “por lo que se gana en eficiencia energética y sostenibilidad”, apuntó el edil. Una apuesta más dentro de La Orotava Sostenible. En esta línea, Felipe David Benítez subrayó que el ayuntamiento no ha aportado un euro de las arcas municipales para el proyecto de mejora de la iluminación y de estas singulares farolas de la Plaza del Ayuntamiento, pues la inversión en esta acción concreta ascendió a 150.000 euros y la asumió en su totalidad la empresa concesionaria Effico. Durante la presentación de las obras de rehabilitación que tuvo lugar este martes [3 de julio] en la propia plaza, se contó con la presencia de José Moreno, director técnico de la fábrica que ha llevado a cabo un minucioso y artesanal proceso con las farolas para su reproducción exacta, cumpliendo a la par con la normativa de la Ley de Protección del Cielo de Canarias.

Otra obra a destacar dentro de esta actuación es la eliminación, después de 100 años, de las barreras arquitectónicas para acceder a la misma. Pero para ello fue necesario contar con el apoyo y asesoramiento del Consejo Municipal de Patrimonio, valorándose el punto en el que poder realizar el corte de la balaustrada en la parte que linda con la vía Nicolás de Ponte, esquina con calle Carrera Escultor Estévez.  Otro hecho histórico es el descubrimiento la cornisa de piedra perimetral, que durante muchos años estuvo tapado por la pintura y prácticamente, pocos años, estuvo al descubierto. Ahora se recupera parte de la historia, y esta piedra natural queda ahora a la vista de todos.

Entre los trabajos realizados destaca el decapado de la pintura de todos los paramentos horizontales, verticales y balaustrada del perímetro. Se ha realizado minucioso proceso de restauración, sellado de grietas y reconstrucción de algunas molduras y diseños florales de los bancos perimetrales y centrales. Cabe destacar la recuperación de los escudos municipales que se encuentran en la parte superior de estos bancos. En estas obras el Consistorio villero invirtió unos 70.000 euros.

En la presentación del proyecto de rehabilitación de esta Plaza del Ayuntamiento se contó también con el técnico municipal de Patrimonio, Pablo Torres, quien detalló el riguroso proceso que se ha llevado con estas obras de mejora del recinto, así como el control y asesoramiento aportado en todo momento por el Consejo Municipal de Patrimonio Histórico.

HISTORIA DE LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO

La conocida como plaza del Ayuntamiento formó parte, hasta bien entrado el siglo XIX, del convento de monjas claras de San José; un edificio que pasó a ser propiedad municipal tras el decreto desamortizador de 1836, y que, sin embargo, no sería derribado hasta 1868. Buena parte del solar resultante de la demolición, fue desde entonces utilizado como el espacio libre público idóneo para la celebración de eventos festivos, recibiendo la denominación de Plaza Viera y Clavijo. Años más tarde y, a punto de culminarse la edificación del Ayuntamiento en 1895, se encargó al arquitecto Antonio Pintor Ocete un primer proyecto de ordenación de la plaza. No obstante, las dificultades económicas por las que atravesaban las arcas municipales, centradas en cubrir la citada finalización de las casas consistoriales, impidieron el comienzo de las obras de urbanización del recinto – denominado desde 1905 Plaza Alfonso XIII -, hasta el mes de junio de 1911, cuando fue aprobado el proyecto de Mariano Estanga, resultando fundamental en este sentido, la aportación económica del por entonces Alcalde Tomás Pérez. Finalmente, el espacio bajo su actual fisonomía, fue inaugurado en abril de 1912, manifestándose como una plaza de planta cuadrangular, delimitada perimetralmente por una balaustrada, tan sólo interrumpida por bancos de hormigón singularizados ornamentalmente con el escudo de la Villa, prevaleciendo un alto componente ecléctico en su diseño.

Es escenario habitual de múltiples eventos de diferente naturaleza, desde 1919 y durante el marco de celebración de las fiestas patronales, sus más de 900 metros cuadrados se convierten en el lienzo sobre el que se realiza la monumental alfombra de tierras de Las Cañadas del Parque Nacional del Teide, máxima manifestación artística por antonomasia del arte efímero de la Villa de La Orotava.

FAROLAS DE LA PLAZA

El origen de las farolas de la Plaza del Ayuntamiento, tanto las centrales como las perimetrales se sitúa en 1912 cuando concluyeron las obras de urbanización del citado espacio público, ejecutadas según el proyecto del arquitecto vallisoletano, radicado en Tenerife, Mariano Estanga quien planteó, para la iluminación del recinto, un diseño de sesgo eclecticista, en consonancia con el resto de elementos ornamentales proyectados en la plaza, tales como los tramos abalaustrados, los jarrones, los asientos o el damero aplicado al pavimento, que singularizan la fisonomía de este emblemático espacio.

En tal sentido, optó por farolas de marcada tendencia vertical, cuyo eje se divide en cuatro brazos, en el caso de las centrales, rematados por sendos platos donde se situaban las lámparas y levemente decorados por motivos vegetales. Por su parte, el conjunto queda rematado por una esfera del mismo modo portadora de luminaria. En el caso de las ocho farolas perimetrales, se opta por un solo brazo que reitera el modelo ornamental propuesto en el caso de las farolas centrales.

Dado el mal estado de conservación de las farolas centrales de la plaza del Ayuntamiento, se tomó la decisión de retirarlas, previa emisión de informe emitido por los técnicos de la empresa concesionaria del alumbrado público en el que se advertía acerca de la oxidación del soporte y el evidente riesgo de desprendimiento. Estas circunstancias fueron verificadas por el técnico municipal, quien asimismo advierte que las farolas situadas en los laterales del recinto, deberán ser del mismo modo retiradas, dado que también se encuentran en mal estado. Ante esta situación, el Consejo Municipal de Patrimonio Histórico acordó en octubre de 2017 informar favorablemente la sustitución de las farolas centrales de la Plaza del Ayuntamiento por el modelo propuesto en el que incluyan cinco luminarias y una placa alusiva a la citada sustitución, así como la de las laterales por otras que sean ejecutadas siguiendo un diseño similar al planteado en el caso de las centrales.