La otra vida del valle

14/10/2012

Ya lo decía el gran naturalista alemán Von Humboldt, que dejó constancia de la belleza de este privilegiado entorno. Más de dos siglos después, las personas que visitan por primera vez el Valle coinciden en sensaciones e impresiones. El Teide custodiando la majestuosa estampa, el verde de las plataneras y el espectacular contraste con el azul puro del cielo, son algunas de las aseveraciones más comunes.

Uno de los valores menos conocidos es el caudal de vida y biodiversidad que albergan los espectaculares fondos marinos del Valle de La Orotava que, sin duda alguna, han sido tocados por la mano de Neptuno.

El prestigioso fotógrafo submarino Francis Pérez inmortaliza la sublimidad que se respira a más de 45 metros de profundidad, en un marco donde el paisaje cromático, las características volcánicas de la zona y la floreciente vida animal y vegetal, marcan este intangible patrimonio.

La costa de Santa Úrsula, con la zona conocida como La Rapadura; los bajíos de San Telmo o Martiánez, en Puerto de la Cruz; y la costa de El Bollullo, en La Orotava, albergan diferentes tipos de hábitat micro y macro que el fotógrafo portuense ha sabido inmortalizar en sus cientos de instantáneas.

Como si se tratara de una ruta submarina, DIARIO DE AVISOS bucea aquí en los fondos más recónditos del Valle para conocer la cara menos nombrada del paisaje norteño. La primera parada es La Rapadura. Se trata de formaciones columnares submarinas de más de 30 metros de altura, también conocidas como órganos, que a modo de inmensa catedral dejan perplejo al visitante. Además, puede considerarse la formación basáltica más importante de España.

Siguiendo la corriente marina, a más de 25 metros de profundidad, los caballitos de mar danzando en la oscuridad, la espectacular porte de la gorgonia amarilla, típica de fondos rocosos, o el pez araña camuflado en la arena con cabosos metidos en una botella, son algunos de los inquilinos que moran en la costa portuense.

El litoral de Martiánez esconde una auténtica maravilla visual: una estructura de cuevas, con claraboyas con luz, a unos 15 metros de profundidad. Entre La Orotava y Los Realejos, las ballenas piloto suelen ser viajeros bastante frecuentes, junto a medusas y otros tipos de invertebrados; la vida macro es la que permanece.

También, el erizo de lima ha colonizado mucho banquizales por estos lares. La experiencia y el conocimiento de Francis Pérez hacen que taxativamente lo tenga claro: “Es una pena que no potenciemos esta zona, y más, con la riqueza de su biodiversidad y la calidad del agua; muchos suelen elevar los fondos de Los Gigantes, y no tenemos nada que envidiar”.

No obstante, la complejidad que registra este espacio de Tenerife para la fotografía, entraña unos inconvenientes que ponen a examen la capacidad del artista. Tal es así, que las corrientes marinas, la oscuridad de los fondos y el reflejo de la luz solar, pueden afectar a la calidad de la imagen. “Es un desafío realizar inmersiones y tener la capacidad de saber cuándo es el momento idóneo para disparar; es una sensación impresionante estar a esa profundidad y entre todos tenemos el deber de proteger y conservar este regalo de la naturaleza”, apostilla.

En esta línea, explica que el Norte es un entorno “complicado de bucear y difícil de fotografiar”, pero lugares como La Rapadura o los bajíos de San Telmo los considera “un auténtico lujo”.

Sin paro y exentos de todo tipo de recortes, la vida sigue, sin sobresaltos, en las desconocidas y a la vez apasionantes entrañas del Valle, lista para ser divisada.

Alegrías y peligros bajo el mar

Francis Pérez, portuense de pro y con más de veinte años dedicado al mundo de la fotografía submarina, conoce de primera mano los peligros y las alegrías del desconocido y a la vez apasionante fondo marino. Con diferentes colaboraciones en revistas de nivel internacional y podios en campeonatos mundiales de fotografía. National Geographic ha contado en dos ocasiones con el artista para el reportaje de La Rapadura, en Santa Úrsula, y el del tiburón herreño. “Es un motivo de satisfacción que tus fotos interesen a una revista tan importante como esta”, comenta el fotógrafo. Para conocer un poco más los trabajos de Francis Pérez, se puede acudir la página web www.uwatercolors.com, que no deja indiferente a nadie.

 

Fuente: Diario de Avisos (Luis Febles)