La imagen arquitectónica que ofrece la antigua calle del Agua y lo conservado de su conjunto hacen de esta arteria un punto clave para conocer el desarrollo arquitectónico de La Orotava en los siglos XVII y XVIII. Esta vivienda edificada por Juan Prieto destaca por su monumentalidad y por el trabajo de carpinterías de puertas y ventanas. Frente a ella haciendo esquina con el callejón de La Quinta (número 13) se conserva la casa Zárate y Méndez de Lugo, cuyo rasgo identificatorio es la ventana esquinera con columna de fuste estriado. El resto de ejemplos insertos en esta calle de acusado desnivel evidencian una constante de la arquitectura de La Orotava, como es la disposición a modo de anfiteatro causado por su orografía.