La Asociación Cultural 'Pinolere. Proyecto Cultural' ha desarrollado desde el año 2005 una secuencia de acciones estratégicas, encaminadas a fomentar el desarrollo de las zonas altas del Valle de La Orotava, en colaboración con el Cabildo Insular de Tenerife.
Desde el año 2007 existe una colaboración entre el Área de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, a través del Servicio Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo Insular de Tenerife, y la Asociación Cultural, que ha permitido el desarrollo por parte de ésta de un Proyecto de Desarrollo Rural entorno a un elemento clave, los pajares o pajales del Valle de La Orotava.
Este Proyecto ha permitido, en los últimos años, el incremento de la superficie sembrada de centeno, cereal más utilizado en la actualidad para rehabilitar las techumbres de las chozas tradicionales del Valle. En la actualidad, la Asociación Cultural trabaja activamente en la dinamización de los agricultores de centeno, con el objetivo de aumentar el número de participantes y conseguir un relevo generacional que asegure la producción de materia prima, la paja de centeno.
Encuentro de Segadores
El desarrollo de un proyecto rural de esta índole ha permitido la especialización de productores del centeno utilizado en las cubiertas de los pajares del Valle. Tal es el caso de los 10 segadores y segadoras, partícipes del V Encuentro de Segadores de Canarias, que tuvo lugar el pasado sábado 18 de julio en La Casa del Ganadero de La Laguna, donde realizaron una demostración del sistema de recolección más tradicional del municipio de La Orotava, el sistema de la "paja arrancada".
Estos agricultores orotavenses, procedentes de los barrios Benijos, Mamio y Tienda Rica, han participado en el Proyecto de Desarrollo Rural de Pinolere desde sus inicios y producen cada año el material necesario para tapar los pajares, contribuyendo enormemente a la conservación de este patrimonio etnográfico y cultural.
El grupo de segadores/as participantes, se organizó en dos grupos. En el momento de la demostración, el primer grupo avanzó en el terreno, cortando con la hoz las espigas de trigo, el segundo grupo arrancó de raíz el resto del cultivo. El resultado, fue la elaboración los mollos de "paja arrancada", empleados tradicionalmente en las techumbres de los pajares del Valle de La Orotava y en los pajares de otros lugares de la Isla.